September 25, 2015
Una generación atrás, la mayoría de las familias ni pensaba en el fraude financiero. Hoy, las estafas pueden llegar de varias formas –por teléfono, por correo y, cada vez más, por Internet. Es un delito que afecta por igual a consumidores de cualquier edad.
Por decimoquinto año consecutivo, la Comisión Federal de Comercio señaló al robo de identidad como la principal fuente de denuncias del consumidor en su Libro Centinela de Datos de Redes del Consumidor 2014 (https://www.ftc.gov) publicado en febrero. El organismo noto además un “importante aumento” de los llamados engaños de “impostores” –llamadas telefónicas o correos electrónicos de ladrones haciéndose pasar por representantes del gobierno para robar datos y dinero a adultos desprevenidos.
Los jóvenes –especialmente los estudiantes—podrían ser el grupo que más crece como objeto de fraude. Dada su dependencia y a menudo su uso descuidado de las computadoras y los dispositivos móviles, los jóvenes pueden ser las mayores víctimas potenciales de estafas, según una encuesta de 2015 (https://www.javelinstrategy.com) realizada por Javelin Strategy & Research. Más del 64 por ciento de los encuestados dijeron no estar “muy preocupados” por el robo de identidad pero tuvieron muchas más probabilidades de descubrir que habían sido víctimas de fraude mucho después de ocurrido el daño, por ejemplo, al recibir un llamado de un cobrador de deudas o una carta de rechazo de un prestamista.
La mayoría de los consumidores menores de 18 años no debería tener antecedentes crediticios pero, a medida que los ladrones digitales se vuelven más sofisticados y ante la vulnerabilidad ocasional de los organismos federales frente a los hackers, los datos privados críticos como el número del Seguro Social –que muchos padres obtienen para sus hijos cuando estos son pequeños para ahorrar o invertir dinero o adquirir un seguro a nombre de ellos—podrían estar en riesgo muchos años antes de que el niño decida abrir una cuenta o solicitar un préstamo.
Por todas estas razones, puede ser un buen momento para pensar en un plan familiar anti-fraude. Estas son algunas cosas a tener en cuenta.
En resumen: Los ladrones de identidad y demás estafadores financieros observan de cerca el comportamiento de los consumidores y se dedican a robar dinero y datos tanto en persona, por teléfono o por Internet. Tenga un plan para proteger a toda su familia.
Cuestiones Prácticas de Dinero Recientes
Este artículo proporciona información general y no debe considerarse como asesoría salud, legal, fiscal o financiera. Lo más conveniente es consultar con un asesor fiscal o financiero para obtener información específica acerca de la manera en que las leyes tributarias aplican para usted y para su situación financiera en particular.